17/9/12

Los Clásicos de Posguerra en Texas (Parte 1)

Hace unos meses conseguí hacerme con la colección casi completa de la revista "Solo Blues". Esta publicación circuló en España desde 1985 hasta 1998 a lo largo de un total de 20 números. El trabajo de divulgación del blues que ha hecho esta revista en nuestro país durante más de una década ha sido, cuando menos, fundamental. Son ya varias entradas las que he ido publicando de diferentes artículos que me han parecido dignos de mención en el blog. La idea continúa ahora con esta nueva entrega. La primera parte de un magnífico artículo sobre un sello local de Texas, que tuvo una corta trayectoria de tan sólo cinco años, pero que realizó algunas de las más brillantes grabaciones del blues de Posguerra de la historia. Estoy hablando de Gold Star Records.


Bill Quinn en 1960 (Foto por Chris Strachwitz)

En los años que siguieron a la II Guerra Mundial, algunos de los más poderosos acentos del blues llegaron del Sudoeste. Paralela a la línea de rhythm and blues que lideraban virtuosos de la guitarra eléctrica como T-Bone Walker, Gatemouth Brown y Pee Wee Crayton, y vocalistas más sofisticados, como Charles Brown y Amos Milburn, sale a la luz un plantel de brillantes bluesmen tradicionales, herederos directos de la escuela originada por Blind Lemon y Texas Alexander. La mayoría de estos artistas viajaron ocasional o definitivamente a California en busca del éxito discográfico, a través de compañías como Aladdin, Imperial y Specialty. Sin embargo, el trabajo de quienes decidieron quedarse en casa fue también recogido por algunos sellos locales. El más importante para el sonido down-home fue sin duda Gold Star Records de Houston, Texas. Una trayectoria sin duda breve, de apenas cinco años, pero también extraordinariamente fértil.

El responsable de inaugurar el que sería primer estudio de grabación en Houston, y tal vez en todo el Sur, fue Bill Quinn (1903-1975). Especialista en reparaciones electrónicas y músico aficionado, Quinn contaba con un taller local dedicado principalmente a solventar averías en receptores de radio. Cuando un vecino acudió a él para reparar una grabadora de discos casera, Bill quedó fascinado con el proceso de la grabación fonográfica, y puso en marcha una idea que en aquellas circunstancias, en plena guerra, se demostró interesante. Quinn puso a disposición del público un servicio de grabación en disco para quienes deseaban enviar mensajes de viva voz a sus parientes movilizados al otro lado del Atlántico (los discos consistían en una base de cartón cubierta con una capa de plástico sobre la que se registraban los surcos).

En 1942 el negocio se vio ampliado también con la grabación de anuncios y cuñas radiofónicas, de forma que poco tiempo después, con la colaboración de su amigo Woody Woodworth, Bill montó una planta de prensaje y aprendió de forma autodidacta todo lo referente no sólo a grabación de acetatos, sino también al procesado y elaboración de los masters metálicos. Las restricciones de materia prima provocadas por la guerra se fueron solucionando por vía de reciclaje, comprando al público sus discos viejos a 10 centavos la copia, y fundiendo el material para fabricar nuevos prensajes.

La relativa facilidad para grabar artistas de hillbilly, cajun y blues, así como la fuerte demanda de este tipo de sonidos que existía entre la población local, animaron a Bill Quinn a la apertura de su propia compañía discográfica, que tuvo ya unos comienzos brillantes en 1946 con "Jole Blon", a cargo del gran violinista cajun Harry Choates.

Al año siguiente, Gold Star editaba su primer disco de blues: "Short Haired Woman" de Lightnin' Hopkins. Fue un hit regional y el primero de casi medio centenar de piezas registradas por Hopkins en la que constituye una de las más elevadas cotas creativas y de ejecución en la música afro-americana.

Sound like I hear this morning then bells ringing all in my ear
Yes, I know I´m gonna leave on a chariot
Wonder what kind gonna carry me from here
You know, every living creeper man was born to die
But when that chariot come for you
They gonna break run and try to hide

Esas campanas no dejan de resonar en mis oídos esta mañana
Sí, sé que me iré en uno de esos carros
Me pregunto cómo será el que me lleve a mí
Ya sabes, a todo hombre le llega su hora
Pero cuando ese carro viene a por ti
Todos echan a correr intentando esconderse


Frente al sobrecogedor ambiente de piezas como este "Death Bells", Hopkins también grabó números de baile como "Lightnin' Boogie" y "Zolo Go" (uno de los primeros ejemplos de música zydeco). Tampoco faltan curiosidades instrumentales como dos piezas con Lightnin' al órgano, y otra con Frankie Lee Sims tocando slide con una navaja.

En estas primeras grabaciones, el material tradicional forma aún parte importante de su repertorio, con sensacionales referencias no sólo a su antiguo maestro Texas Alexander ("Grosebeck Blues"), sino también a Tommy Johnson ("Thunder and Lightnin'"), y Big Joe Williams ("Baby Please Don 't Go"). Pero es en los textos de corte autobiográfico donde su talento creativo adquiere mayor lustre:

I was born March the 15th - man, the year was 19 and 12.
Yes, you know, ever since that day poor
Lightning ain´t been doin' so well

Nací un 15 de Marzo -amigo, del año 1912
Sí, y desde entonces las cosas no han ido
muy bien para el pobre Lightnin'

Aunque Hopkins, con una autocompasión siempre cargada de ironía, se refería a si mismo a menudo en términos tan fatales como los de "Going Home Blues", lo cierto es que sus discos le estaban convirtiendo en el más popular, a escala nacional, entre los artistas de blues tradicional. Bill Quinn concedió la distribución fuera del estado tanto a Aladdin como a Modern Records, lo que llevó la música de Hopkins' a todo el país, ademas de atraer a Houston a representantes de otras compañías importantes. En poco tiempo, el Pobre Lightnin' grababa sus blues también para Mercury, Sittin' In With, Jax, Herald, Decca,TNT, y Jewell, entre otros sellos.

Fuente: "Solo Blues" nº19 (1998)

NOTA: comentaros que actualmente todas las grabaciones que hizo Hopkins en este período se pueden encontrar en dos cds indispensables de Arhoolie: "The Gold Star Sessions". También existe una versión japonesa en doble cd, muy difícil (y cara) de encontrar, que incluye algunas tomas alternativas no disponibles en los cds de Arhoolie.




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